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Me faltan palabras…. Ninguno de los centinelas esperábamos que íbamos a tener una noche tan movida. ¡Fue espectacular!
Desde
el ministerio que me encomendaron, que fue el de acogida, uno de los
momentos más especiales fue el de presentar a Valeria, una joven
estudiante de Erasmus, que al día siguiente se marchaba para su país,
México. Que mejor despedida de Pontevedra, que arrodillada ante Cristo
vivo, teniendo como testigo a la Virgen Peregrina; o el de aquel joven,
Emilio, que “solo” le quiso decir ¡Gracias, Jesús, por lo bueno que
eres!
el ministerio que me encomendaron, que fue el de acogida, uno de los
momentos más especiales fue el de presentar a Valeria, una joven
estudiante de Erasmus, que al día siguiente se marchaba para su país,
México. Que mejor despedida de Pontevedra, que arrodillada ante Cristo
vivo, teniendo como testigo a la Virgen Peregrina; o el de aquel joven,
Emilio, que “solo” le quiso decir ¡Gracias, Jesús, por lo bueno que
eres!
Yo también solo puedo acabar diciendo: GRACIAS por todo lo vivido!!!!
Muchas gracias, por todo.
Eugenia Orge
