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Este encuentro anual es probablemente el más esperado por diferentes cristianos de toda Europa que nos reunimos una vez al año para compartir juntos nuestra fe, orar y dar así paso al nuevo año.
Es un encuentro de jóvenes de entre 17 y 35 años lleno de Dios que seguro no se parece a nada que hayas vivido hasta este momento.
Cada año es en una ciudad europea diferente (Roma, Praga, Valencia, Riga, Basilea…) y este año tenemos la suerte de que es en Madrid! En el último Encuentro Europeo en Basilea (Suiza) el hermano Alois hizo público que Madrid acogerá el XLI Encuentro Europeo de Jóvenes, del 28 de diciembre del 2018 al 1 de enero de 2019
Es un encuentro de jóvenes de entre 17 y 35 años lleno de Dios que seguro no se parece a nada que hayas vivido hasta este momento.
Cada año es en una ciudad europea diferente (Roma, Praga, Valencia, Riga, Basilea…) y este año tenemos la suerte de que es en Madrid! En el último Encuentro Europeo en Basilea (Suiza) el hermano Alois hizo público que Madrid acogerá el XLI Encuentro Europeo de Jóvenes, del 28 de diciembre del 2018 al 1 de enero de 2019
Durante cinco días compartimos nuestra fe con cristianos de todas las denominaciones. Oramos juntos, aprendemos en talleres, compartimos comidas, transportes… y conversaciones impresionantes. No hay una forma mejor de empezar el año.
¿Cuanto cuesta? Esto es la mejor parte. Algo que destaca con mucho en Taizé es la austeridad y por eso este encuentro es de lo más económico que podrás encontrar. Alojamiento, desayunos, comidas y cenas, los transportes para desplazarse y los materiales que allí nos entrgan nos costará… 65 €
Debemos realizar la inscripción antes del 1 de diciembre por eso nosotros la cerraremos la última semana de noviembre. Si ya sabes que vas a venir INSCRÍBETE YA AQUÍ y ya te comunicaremos más.
¿Aún no estás seguro de querer venir? Te dejamos el testimonio de Cristina, una de las jóvenes que fue por primera vez el curso pasado.
¿Por qué te animaste a venir?
Realmente fui porque no tenía otro plan mejor. No es algo que me apeteciera demasiado porque no me gustan los sitios con demasiada gente y pensaba que iba a ser algo agobiante como otros encuentros de jóvenes a los que había ido. Pero lo cierto es que todos los años me hablaban del encuentro y la verdad es que me picaba la curiosidad por ir y conocer algo nuevo y distinto.
¿Qué te pareció?
¡Me fascinó! Ni de lejos me esperaba algo así. Los momentos más triviales como ir en el autobús se convertían en momentos impresionantes donde hablaba con cristianos con experiencias de Dios tremendas que me dejaban sin palabras. Esas personas me transformaron el corazón.
Sé que va a sonar muy raro pero de alguna manera me sentí más en casa que nunca aunque estuviese en un país extranjero. Por ejemplo, en un momento quise ir al taller más alejado que había, tenía que desplazarme de Suiza a Alemania, para lo cual pusieron un tren especial y perderlo significaba quedarme tirada en ese sitio. Nadie en mi grupo quería ir al taller y yo no tuve nada de miedo en coger sola el tren e ir, aunque tampoco dominase demasiado el inglés y no hubiese visto el mapa antes, porque sabía que allá donde fuese iba a estar rodeada de hermanos que me cuidarían. Y así fue. Nunca imaginé poder vivir algo así.
¿Repetirás?
Desde luego. Recuerdo la oración última antes de que terminase el año y comenzase el 2018 y me vinieron a la mente todos los fines de año pasados y lo que hacía a esas horas (vestirme, peinarme, maquillarme, hablar por redes sociales…). Estando sentada en ese momento, con los ojos cerrados y cantando “Nada te turbe, nada te espante, quien a Dios tiene nada le falta” con cristianos de todas las confesiones y de diferentes partes de Europa y del mundo entendí que no había nada mejor que eso y supe que volvería el próximo año y todos los siguientes hasta que pueda.