Testimonios ULELN

por Depasxuventude
El sábado 27 de septiembre fue mi cuarta experiencia en Una Luz En La
Noche. Tengo que decir que no tenía muchas ganas, ya había pasado por
todos los ministerios, me habían invitado a ver una peli, a mi madre no
le acaba de convencer la actividad y podría seguir dando un montón de
excusas para no ir, porque si las buscas hay un montón. Siempre es más
fácil decir que no, que decir que si y comprometerte. Pero la realidad
es que fui a pesar de todo y decidí cambiar de mentalidad y pensaba: A
ver con qué me sorprende Jesús hoy.
Lo bueno de ser veterana es que
los nervios van aflojando y disfrutas mucho más de la gente, reconoces
caras de otras ediciones e incluso puedes permitirte sacarle hierro a
los ministerios contando anécdotas. Me sorprendió mucho gente que
contaba que no lo había pasado tan bien en su primera experiencia pero
que repetía porque decía que seguro que iba a disfrutar más sin esos
nervios y que le parecía una actividad increíble y también me sorprendió
la gente que se apuntaba por primera vez, ¡todavía hay locos que se
apuntan para anunciar que Jesús espera esa noche en la iglesia!

Tengo
que decir que la experiencia fue muy buena y gratificante. Estuve en el
ministerio de acogida y acogí a dos personas que venían específicamente
a ponerse delante de Jesús, que ya habían venido en otras ediciones de
Una Luz en la Noche. ¡Eso es una pasada! Quiero decir, saber que hay
gente que quiere repetir y viene apurada pensando que está la iglesia
cerrada, te hace ver que lo que haces esa noche no acaba en saco roto,
que realmente la gente que acude lo vive y le marca. Ya no es solo como
lo vivamos los centinelas y toda la gente que nos ayuda en la parroquia
sino ver que detrás de lo que haces siempre está Jesús. Y eso es con lo
que me quedo de esa noche, con la ilusión de todos los centinelas y de
la gente que ha entrado en la iglesia.
Icíar Camuñas 
 
 

 

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