Una Navidad inolvidable. Testimonio Ruta Castellana

por obradoiros
Del 26 al 29 de diciembre estuvimos haciendo una ruta castellana llena de sorpresas, de emociones, de amistad y de encuentro con Jesús.
El primer día, el 26, llegamos por la tarde a la abadía de san Isidro de Dueñas, donde nos hablaron de San Rafael Arnáiz. También nos hablaron de cómo es la vida en la abadía. Después, nos fuimos a Valladolid. Allí dimos un paseo de noche por las calles de la ciudad.
El día 27 por la mañana, visitamos distintos lugares de Valladolid: La catedral, distintas iglesias, una exposición de belenes,… Por la tarde nos dirigimos a Cantalapiedra (en la provincia de Salamanca) para ir al convento de clarisas. Allí estuvimos con Marita y las hermanas de su comunidad. Nos contaron cómo es su vida y algunas de ellas cómo sintieron la llamada del Señor. En el ambiente se respiraba mucha alegría y paz. Un momento muy emocionante de la tarde fue cuando se bendijo el hábito de Marita. 
El día 28, llegó el momento de la toma de hábito de Marita. Fue una ceremonia preciosa, en la que ella daba un paso más en su vocación: A partir de ese momento vestirá el hábito de clarisa y se llamará Sor María Gloria de Dios. Este fue un paso importante en su vida, y lo hizo acompañada de sus hermanas de la comunidad, y también de su familia y amigos. 
Por la tarde nos dirigimos a Ponferrada, para participar en “Una Luz En La Noche”. Es un método de nueva evangelización que se hace por la noche, invitando a los viandantes a tener un encuentro con el Señor. Para participar en este método, tuvimos un pequeño curso donde nos explicaron cómo actuar en los diferentes ministerios que tiene esta actividad. Y, repartidos entre los distintos ministerios, fuimos a evangelizar.

El día 29 volvimos, y cerramos nuestro viaje participando en la Misa de las familias en la catedral de Santiago. Todas estas actividades estuvieron acompañadas de momentos de oración. Unos momentos 
ideales para encontrarse con el Señor. En estas fechas de comilonas y de consumismo, la ruta castellana sirvió para hacer un pequeño parón y encontrar el verdadero sentido de la Navidad: Celebrar que Jesús nace, y que todos estamos llamados a seguirle.
Rafa.

También te puede interesar

Deja un comentario