Este fin de semana fuimos invitados por Dios a ser centinelas en Lugo, a anunciar que Jesús está vivo y ama a todas las personas con amor incondicional.
Fue una oportunidad genial para testimoniar a la gente lo que Jesús ha hecho en nuestras vidas.
A mí de forma especial sentí en mi corazón al conversar con las personas que encontramos por las calles que hay mucha sed de vida y que podemos ser pequeños vasos que ofrecen el agua del Espíritu Santo que ayuda a la gente a descubrir que la sed tienen és na verdaded sed de Dios.
Agradezco a todos los que compartieron conmigo esta experiencia de evagelización, jóvenes que creen que el mundo puede ser mejor, que a sólo con Jesús tenemos vida plena.
Gracias por iluminar mi vida con su valentia de ser de Dios.
Rangel