Testimonios de Una Luz en la Noche en Ourense (III)

por obradoiros
“Fue la
primera vez que participe en una luz en la noche y decidí hacerlo por el
testimonio que dio una chica en un retiro al que asistí en Lugo.
 
Mi experiencia:
 
Me tocó
realizar el ministerio de salir a la calle a invitar a los jóvenes a ir a
la iglesia a conocer a Jesús. De entrada me pareció un reto difícil, al
empezar mi compañero y yo deteníamos a la gente pero no nos querían
escuchar , huían como si del mismo demonio se tratará; no nos quisimos
desanimar, y seguramente por la oración de nuestra intercesora y sin
duda la iluminación del Espíritu Santo, la gente se detenía y nos
escuchaba y aunque muchos eran no creyentes no se tomaban a mal lo que
les decíamos, en el fondo les gustaba que les habláramos de Jesús, y les
sorprendía totalmente.
A mi, en lo personal, lo que mas me gustó es
la reacción de la gente cuando les decíamos que esa noche estaríamos
orando por ellos, siempre se lo decíamos, independientemente de que
dijeran de que creían o no, y les gustaba y nos daban las gracias; y sé,
que aunque muchos de ellos no se decidieran a ir a la iglesia, en su
corazón recibieron la calidez del amor de Jesús en nuestras palabras
inspiradas por el Espíritu Santo.
 
Yo
de entrada lo hacia fatal , me costaba decir: “Jesús quiere conocerte”,
pero después ya no tenía vergüenza de decirlo ni de que pensaran que
estaba loca, simplemente me salia del corazón; y luego, la guinda del
pastel, fue cuando volvimos a la iglesia y realizamos el recorrido con
nuestra intercesora hacia el altar frente a Jesús, se sentía tan fuerte
su presencia que me emocione mucho, entregué mi oración, y cogí el papel
con la palabra que el Señor me quería decir, y no podía haber acertado
mas el Señor,porque en su palabra me presentó la situación que estaba
viviendo desde hace semanas y que llevaba alterando mi tranquilidad. Y
el Señor, en su misericordia, me habló y me dijo exactamente lo que
debía hacer, sin dejar dudas a ninguna interpretación; después de la
oración nos abrazamos con mi compañero e intercesora, los cuales no los
conocía antes de esa noche, y fue un sentimiento de fraternidad muy
grande. 
Realmente no
sé con certeza, aunque así lo espero, si logramos llevar al corazón de
alguien a Jesús, pero definitivamente llegó al mio esa noche de una
manera muy fuerte.”


Helena Rodríguez – Ourense

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