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Nunca viví ni viviré una experiencia semejante a esta.
Cuando mi madre me propuso hacer el Camino de Santiago no tenía muchas ganas,
en principio, porque era en vacaciones de verano pero al final me animé, fui y
no me arrepentí de ello. Antes de empezar el Camino hicimos unos juegos de
presentación (los juegos de Carolina) y la mañana en la que empezamos a
peregrinar ya conocía a toda la gente y la fui conociendo mas y mas a cada día
que pasaba. Hice muchísimos amigos y amigas, a los que espero volver a ver muy
pronto. La verdad es que me sentí como en familia. Nunca sentí a nuestro Padre
Dios tan cerca de mi como lo sentí durante estos 10 días fantásticos. De echo,
todas las noches le rezaba a la Virgen para que esos días no se acabaran y para
que cuidase mucho a mis nuevos amigos. Y ya que estoy hablando de ellos,
termino dándoles gracias de todo corazón por haberme hecho sentir como me sentí
y pidiéndoles por favor que no cambien jamás
😉
Cuando mi madre me propuso hacer el Camino de Santiago no tenía muchas ganas,
en principio, porque era en vacaciones de verano pero al final me animé, fui y
no me arrepentí de ello. Antes de empezar el Camino hicimos unos juegos de
presentación (los juegos de Carolina) y la mañana en la que empezamos a
peregrinar ya conocía a toda la gente y la fui conociendo mas y mas a cada día
que pasaba. Hice muchísimos amigos y amigas, a los que espero volver a ver muy
pronto. La verdad es que me sentí como en familia. Nunca sentí a nuestro Padre
Dios tan cerca de mi como lo sentí durante estos 10 días fantásticos. De echo,
todas las noches le rezaba a la Virgen para que esos días no se acabaran y para
que cuidase mucho a mis nuevos amigos. Y ya que estoy hablando de ellos,
termino dándoles gracias de todo corazón por haberme hecho sentir como me sentí
y pidiéndoles por favor que no cambien jamás
😉
¡Gracias a Dios por esta vida tan maravillosa!
Elías Ruiz, A Coruña.