TestiFátima:ES TU MADRE. TE LA DA MI CORAZÓN

por obradoiros

Todas las personas que habían ido a Fátima, en esta peregrinación, me decían que era una experiencia única y por fin he podido comprobarlo por mí misma.

Doy muchas gracias a Dios por haber podido participar. Ha sido un gran regalo de Jesús, que me ha conducido a Fátima para recordarme: María, es tu Madre. Te la da mi Corazón.

Me impactaron muchas cosas, pero quiero resaltar algunas:

Cuando caminamos desde Leiría hacia Fátima, no sólo fue una peregrinación física, sino espiritual. Me llamó mucho la atención ver a los sacerdotes al otro lado de la carretera, por donde nosotros caminábamos, dispuestos a recibir a los peregrinos para encontrarse y reconciliarse con Dios, llegando así, junto a la Virgen, sintiéndose amados y perdonados.

Al entrar en la Capeliña, miré a la Virgen y lo primero que escuché al sacerdote, sentí iba dirigido a mí: “¿Sufres mucho? Mi Corazón será tu refugio”

– decía Nuestra Señora a Lucía-.

La Virgen me alentaba a poner en su Corazón todos los sufrimientos del mundo, de tantas personas que me habían confiado sus peticiones y necesidades en este viaje, así como mi propia vida.

Otro de los regalos que me hizo la Virgen fue compartir la fe con una gente maravillosa, el grupo 26, mi grupo de referencia y todos aquellos con los que coincidí en distintos momentos. ¡Qué grandes personas y qué grandes creyentes! Pude disfrutar de la obra del Señor en sus vidas y sentirme interpelada por ellos para vivir con más intensidad y fidelidad mi consagración.

Otro momento a destacar fue el Via Crucis, me resultó distinto a otras veces, pues además de meditar y orar sobre el Camino de la Cruz de Jesús; a la par, conocíamos y orábamos con los testimonios de personas que en su vida experimentaron este camino de la Cruz y cómo a través de Jesús y de María su oscuridad se transformó en luz, su cruz dio Vida.

Me encantó el concierto de “Peregrinos de María”, sobre todo, porque es una gozada ver a 500 jóvenes, cantar y bailar llenos de alegría en torno a la Virgen. En el momento final del concierto tuvimos la gran sorpresa de la exposición del Santísimo y era impresionante ver cómo en un instante pasamos del gran bullicio de fiesta a un silencio de respeto y adoración.

¡Animo a todos los jóvenes a probar esta experiencia! María te espera en Fátima y cada uno recibe lo que necesita. Yo recibí la llamada de “volver a mi Madre una y otra vez” y experimenté profundamente su consuelo y amor.

Rocío Novo Baamonde

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