Taller aprendamos a amar

por obradoiros

Actualmente vivimos una época de hipersexualización como nunca antes, fomentado esto por los medios de comunicación a los cuales niños y jóvenes están expuestos desde que se levantan hasta que se acuestan. 

La práctica sexual, así como el cuerpo del hombre y, especialmente, de la mujer, se utilizan para promocionar colonias, productos de limpieza, de higiene personal, ropa, películas… La cosificación de la persona está presente en series y películas ya desde la infancia, y nuestros adolescentes reciben por distintos canales (YouTube, series de televisión, películas, publicidad, música, redes sociales…) el mensaje de que la promiscuidad y la reducción de la persona a su genitalidad es la clave de la felicidad. 

Ante esto, han tenido lugar diversas reacciones a nivel educativo. Por un lado, la permisiva, que se ha limitado a repartir preservativos como si el único mal de la promiscuidad y las relaciones sexuales precoces fuera un embarazo o una ETS. Por otro lado, las conductas represoras, que han mostrado la sexualidad como un mal que hay que ocultar y evitar, negando así a uno de los aspectos más bellos de una persona. Mientras tanto, los embarazos y abortos en adolescentes siguen aumentando, así como los trastornos psicológicos derivados de la cosificación del cuerpo.
Desde la Delegación de Infancia y Juventud hemos decidido dar una respuesta verdaderamente educativa, donde se muestre el enorme bien y belleza de la sexualidad humana, así como la grandeza del cuerpo humano, a través del cual podemos amar y ser amados. 

Este 20 de Mayo

a las 17:30 de la tarde nos reuniremos en los salones de San Fernando para dar una formación integral a:

  • Jóvenes de 12 a 16 años, los cuales serán divididos en grupos para dar una respuesta más adaptada a sus necesidades. 
  • Padres con hijos de cualquier edad, a quienes se les dará las claves de como acompañar a sus hijos en el precioso camino de enseñarles a amar. 
Os esperamos. 

Educar la mente, sin educar el corazón, 


no es educar en absoluto. 

Aristóteles

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