142
En mi caso es una forma de darle las gracias al Señor y a los demás y de gritar que la felicidad y el amor está en Cristo y no en lo material.
Cada luz en la noche para mi, es una felicidad poder salir a evangelizar, junto con otros jóvenes de nuestra diócesis, al igual que los discípulos y saber que Jesús está vivo y camina delante de nosotros.
En mi caso es una forma de darle las gracias al Señor y a los demás y de gritar que la felicidad y el amor está en Cristo y no en lo material.
Cuando yo vivía en la calle, robaba y hacía mucho daño insultando o peleándome, Jesús no tuvo vergüenza de mí ni me juzgó.
Pues yo ahora le doy gracias y salgo a evangelizar sin miedo ni vergüenza y me siento muy querido por todos vosotros.
Así que mi deber ahora es llevar a Jesús a otras personas para que tengan fe, amor y la certeza de que Jesús nos sigue esperando a todos.
¡Estoy ya listo para la siguiente!
Rubén Redondo Mosteiro