¿Por qué hacer ejercicios espirituales?

por obradoiros

¿Por que debería hacer ejercicios espirituales?

La vida interior también hay que trabajarla. Los Ejercicios Espirituales son como unas tablas de gimnasia que ayudan a exponernos a la acción de Dios y a asumir su llamada a vivir la plenitud de vida que nos ofrece. 
Siguen un método que se acomoda a lo que cada uno va experimentando, con la ayuda de un guía personal (acompañante) que a modo de entrenador asegura su buena aplicación y su correspondiente adecuación.
Quieren ser una ayuda para tomarse el Evangelio de Jesus en serio. Para romper las ataduras de nuestro corazón que nos impiden ser verdaderamente libres para amar. Para percibir el modo concreto en que Dios nos invita a construir el Reino y a servir a nuestros hermanos como miembros de su Iglesia. Para no contentarnos con una vida mediocre, a medio gas, de horizontes alicortos, y para aprovechar nuestro tiempo y nuestra vida de la mejor manera posible. Para no quedarnos en las ideas, en las meras nociones, en los planteamientos ideológicos, sino perseguir una verdad que se verifica en una experiencia saboreada, gozosa y estimulante. 
Finalmente para poder entender, no sólo desde la cabeza, sino sobre todo desde el corazón, lo que quiere decir el Apóstol cuando exclama: ¡Ya no vivo yo, sino que Cristo vive en mí! Esta vida en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios que me amó y se entregó a sí mismo por mí. (Gal 2, 20)

¿Quién puede hacer Ejercicios?Los Ejercicios Espirituales no son para gente buena, que además se lo sabe, y no siente el aguijón de un “más”. No son para espíritus conformistas, ni para aquellos que lo quieren todo sin renunciar a nada. Son para gente capaz de poner en juego lo que tiene para perseguir lo que ama,  emprendedores y arriesgados en correspondencia con una apuesta existencial de gran calado. Gente sedienta de conversión profunda porque sabe que necesita algo más y algo distinto, o está atravesada por la búsqueda y el anhelo de lo que Jesucristo promete a sus amigos y amigas.

Los Ejercicios requieren de la persona cierta estabilidad emocional, disposición a un compromiso estable y continuado, y capacidad para una cierta interiorización.

¿Cómo se hacen? 
Poniendo toda la carne en el asador. Son básicamente Ejercicios de oración personal, de unidades de tiempo reservadas exclusivamente para la intimidad con Dios. Y se sirven también de todo aquello que la Iglesia emplea para asegurar la transformación del hombre en Cristo: gustar la Palabra de Dios, examen de la propia vida, ascesis, guía espiritual, vida sacramental y litúrgica, desbordamiento del servicio, realimentación con lecturas adecuadas del paradigma enamorado del seguimiento de Cristo. Esas experiencias afectan a todo lo que uno siente, proyecta y realiza a lo largo del proceso, con una lectura permanente de lo que el Señor quiere comunicarnos a través de lo que experimentamos

¡¡¡¡Aun estás a tiempo de inscribirte y vivir esta experiencia!!!!
Hoy es el último día… 
 

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