El Pontífice les recuerda que para ayudar a quien sufre adicciones, es necesario entender que en ellos vive Jesús
El Papa En Génova Con Los Jóvenes
(ZENIT, 27 May. 2017).- Sobre cómo ayudar a los jóvenes con problemas de droga y otros, el Papa señaló que es posible queriéndolos, con amor, amándolos. “Tener un corazón capaz de amar y ayudarlos a amar”. En este sentido les confió que le gusta preguntar a la gente en el confesionario, si da limosna, si toca la mano del pobre, y si los mira en los ojos.
“Amar es la capacidad de apretar una mano sucia, de mirar en los ojos en situación de degrado y decir; para mí tu eres Jesús”, y si no logras esto mejor quedarse en casa a rezar que ir a hacer misión.
¿Por qué tengo que amar a estas personas, víctimas de droga, alcohol, violencia, del maligno? “Hay que ser testarudo en la confianza. En cada una de estas personas hay una imagen de Dios que ha sido maltratada, pisoteada, una historia de dolor y heridas que no pedemos ignorar”. Y añadió: “Esta es la locura de la fe, la locura de la cruz, del anuncio del Evangelio. “Esto significa aprender a mirar con los ojos de Jesús”.
El Pontífice contó que una vez visitando una cárcel en Argentina, había uno que tenía en su cuenta más de 50 asesinatos. Y pensó, ¿tú eres Jesús? “Lo dijo el Evangelio”, “es necesaria esta locura de la cruz”.
Alguno quizás está en pecado mortal, lejos, pero “Jesús está allí esperándome”. Así “voy sabiendo que toco, veo, y escucho a Jesús que está en el corazón de cada uno de aquellos a quienes voy a ayudar”. Señaló que si no fuera porque el Señor me tomó de su mano también nosotros podríamos ser drogadictos. “Por favor no adjetiven a las personas”, exhortó. Voy a llevar un mensaje a gente “con nombre, no con adjetivos”. Porque “los adjetivos los pondrá Dios en el día del Juicio”.