De la mano de D. Andrea y Chiara y junto a jóvenes venidos de diferentes regiones de Europa y España, hemos compartido unas jornadas de formación recordado la Misión para llevar a cabo la Visón evangelizadora. Compartimos todos juntos talleres, comidas, descanso y oración.
El viernes era el gran día. Por la tarde, todos los centinelas salimos a evangelizar “armados” con flyers y encendidos por el Espíritu Santo en las playas de Barcelona , invitando a los jóvenes a encontrarse con Jesús vivo en la iglesia de Sant Jaume, en pleno centro de Barcelona, esa misma la noche. No había prejuicios, la llamada de Jesús es universal, Él te espera
Fue impresionante ver como ya desde el envío y, antes de abrir las puertas de la iglesia, había gente esperando en la puerta para poder entrar, respondían a la llamada del Señor. Gente de diferentes nacionalidades, edades, religiones, no bautizados…Los brazos y el corazón de Jesús se abrían para ellos esa noche, esa sensación tan dulce del primer amor.
Doy gracias a Dios por lo vivido, por hacer que olvidase mis planes y poner todo en manos de Él, por todas las personas que puso en mi camino, por mostrarse en medio del barullo y ajetreo de las Ramblas de Barcelona, en cada persona y sobre todo por utilizarme como instrumento de su Amor.
Testimonios impactantes a los que no estoy acostumbrada, gente que llega con sed de Dios, perdida, y se cruza en mi camino.
Recuerdo especialmente una chica que me dice: No soy creyente y tampoco creo en las casualidades, después de que la acompañase delante de Jesús Vivo. Con un testimonio sincero en el que pedía que si realmente Él existía le ayudase a creer. Un encuentro lleno de humildad y sencillez pero sobre todo de mucha sed de Dios.
He de reconocer que vuelvo transformada, renovada y con más ganas de evangelizar que nunca. No nos podemos quedar quietos. Despierta! Jesús cuenta con nosotros.