“AY DE MÍ SI NO EVANGELIZARA,El título de este artículo creo resume muy bien todo lo vivido en el ENE 2016.
Nos reunimos cristianos católicos y evangélicos con la ilusión, el fuego y la pasión por evangelizar, nos sentimos llamados a esta misión y no por mérito nuestro, sino por gracia de Dios.
De todo lo vivido en el encuentro de Salamanca me quedo con el testimonio de sacerdotes, consagrados y laicos-muchos matrimonios con sus hijos-, la coherencia de vida, la alegría y la comunión.
Destaco de las ponencias y talleres que todos incidían en que Jesús nos llama a “hacer discípulos”, necesitamos vivir un encuentro personal con Él y generar experiencias, no teoría. Volver nuestra mirada a las primeras comunidades cristianas.
Me encantaron los momentos de oración y alabanza, sobre todo la Eucaristía de envío. Cada uno de nosotros somos llamados a evangelizar. Jesús necesita de ti y de mí, pero no nos llama solos sino en comunidad. Por esto recibimos la imposición de manos del sacerdote y la bendición de Jesús Sacramentado, junto con nuestros hermanos de diócesis. Fue muy emotivo que también nuestros hermanos evangélicos, en un gesto de ecumenismo, recibieron esta misma bendición.
“Somos ovejas de un solo rebaño, un solo Pastor, Cristo.”
¡¡¡Aquí estamos, Señor, envíanos!!!Rocío Novo