Recordando el mensaje de la jornada de este año “alegraos siempre en el Señor”, el Papa ha añadido que “esta es la decisión que conduce a la verdadera alegría, como sucedió con Santa Clara de Asís que, hace 800 años, fascinada por el ejemplo de San Francisco y de sus primeros compañeros, dejó la casa paterna precisamente el Domingo de Ramos para consagrarse totalmente al Señor: tenía 18 años, y tuvo el valor de la fe y del amor de optar por Cristo, encontrando en él la alegría y la paz”.
El Papa ha recordado que el domingo de ramos es “el gran pórtico que lleva a la Semana Santa, la semana en la que el Señor Jesús se dirige hacia la culminación de su vida terrena. “Él va a Jerusalén para cumplirlas Escrituras y para ser colgado en la cruz, el trono desde el cual reinará por los siglos, atrayendo a sí a la humanidad de todos los tiempos y ofrecer a todos el don de la redención”, ha dicho.