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Del 7 al 14 de Julio una decena de jóvenes de nuestra diócesis hemos estado trabajando como hospitaleros en un albergue parroquial de Carrión de los Condes, Palencia. Nos ha acogido la comunidad de Hermanas Agustinas del monasterio de la Conversión que regentan dicho albergue. Nuestra intención era aprender a acoger peregrinos, no solo materialmente; sino realizar una verdadera acogida cristiana.
Hemos vuelto muy impresionados y agradecidos a la comunidad y a Julio, párroco de Carrión. La convivencia entre nosotros y con las Hermanas, el trato con los peregrinos, las cenas compartidas, los encuentros musicales, la limpieza del albergue, las Eucaristías y sobre todo la bendicicón del peregrino que todas las tardes realizábamos nos han tocado hondamente.
Esto ha sido un entrenamiento, porque en Agosto acogeremos a peregrinos en Arzúa, última etapa del camino francés. Ahora nos toca ir preparando nuestra acogida.