Después de los juegos, y bajo un sol que empezaba a picar, ascendimos a la ermita de San Bartolomé, al tiempo que en pequeños grupos profundizábamos el pasaje pascual de los discípulos de Emaús (Lc 24, 13-35). Una vez arriba contemplamos la majestuosa panorámica de la zona y nos hicimos una foto de grupo.
Nos desplazamos entonces al monte Areosa, también cercano a Vimianzo, y comimos en el lugar donde anualmente se celebra la tradicional “rapa das bestas”. Después llevamos a cabo una gynkana con las más variopintas pruebas y juegos.
Por la tarde se ofreció a todos la posibilidad de acercarse a Jesús en el sacramento del perdón. Para preparar este momento, Jorge Mira, conocido catedrático de Física en la Universidad de Santiago de Compostela y divulgador científico, pero también catequista de confirmación en la parroquia de Baio, nos habló con autoridad de la fe cristiana, de su razonabilidad y del perdón como una de las formas en las que Dios nos regala su amor. Después de esta motivación, y mientras no pocos acudían al sacramento, tuvimos la oportunidad de escuchar los testimonios de dos jóvenes (Mateo,seminarista y Victoria). Nos contaron cómo se encontraron con Jesús y cómo ese encuentro había cambiado sus vidas. Lo hicieron con sencillez y cercanía, de un modo simpático y por momentos sobrecogedor.
Finalmente celebramos una eucaristía al aire libre, en un clima de alegría pascual, en la que agradecimos a Jesús que nos acompañe en el camino, que se interese por nuestra vida y nos explique las Escrituras. El encuentro terminó con una explosión de música y baile protagonizados por los jóvenes colaboradores de la Delegación de Infancia e Xuventude. Cuando los autobuses partieron, allí quedaban ellos despidiéndonos; y nosotros, satisfechos del día, preguntándonos cuándo será el siguiente encuentro, cuándo nos volveremos a ver.
Nacho Delgado
Responsable de Pastoral Juvenil
en la Costa da Morte