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La etapa del 25 de marzo fue un día muy especial. No sólo porque el Viernes Santo recordamos un acontecimiento muy importante para nuestra fe, sino también porque una de las peregrinas del grupo cumplió un cuarto de siglo!!!
Después de desayunar rezamos laudes para comenzar el día saludando al Señor y calentamos para preparar nuestros músculos para la etapa que comenzábamos.
Fue la primera etapa que tuvimos que usar chubasqueros y capas de lluvia. Aunque las sonrisas no desaparecieron, sobre todo al ver a lo lejos a Santi y al Padre Juan que nos esperaban con provisiones en mitad de la etapa. Era Viernes Santo, día de ayuno y abstinencia, pero necesitábamos reponer fuerzas, así que cada uno eligió aquello de lo que ayunaría para ofrecerlo: chocolate, galletas, pipas…
Y por fin llegamos a Padrón!!
Después de comer tuvimos un pequeño descanso en el que algunos se tomaron una merecida siesta.
A continuación, preparamos por parejas las estaciones del Vía Crucis que íbamos a rezar juntos por la noche y fuimos a los oficios a la parroquia de Padrón, donde pudimos contemplar el famoso desenclavo.
Y al acabar el día, tres caballeros del reino llevaron a la cumpleañera hasta sus aposentos. ?