Dios siempre me sorprende, aunque a veces sea una cabezona y crea que ya no puede hacerlo más, lo vuelve a hacer.
Es curioso porque yo no quería ir en un principio a la Luz en la Noche, no estaba en un buen momento y aunque me habían hablado muy bien de ella, lo veía como “una actividad más”. Pero Dios quiso que acabara allí, y viví y sentí cosas a las que solo puedo llamar milagros.
Jesús ese día me dio muchas fuerzas y ganas, que últimamente me faltaban, para seguir evangelizando, me recordó algo muy importante que estaba olvidando, que yo no lo hago por obligación, que el hecho de hablar a los demás de Dios no es una carga o una tarea más, al contrario, que lo hago porque sé lo increíble que es tenerlo en mi vida y he visto como la ha mejorado y lo sigue haciendo.
Esa noche me tocó en el ministerio de calle con un súper compañero Mateo Castiñeira, y por nosotros estuvo rezando Patri ¡Fue una crack! Al principio estábamos muy nerviosos, pero en seguida cambiamos los nervios por asombro y felicidad al ver las reacciones de la gente, yo no podía dejar de decirle a Mateo lo impresionada que estaba. Esas respuestas tan positivas y el interés de muchos en Dios fue algo que me sorprendió muchísimo, porque yo sabía que en el lugar de las personas con las que hablábamos, hubiera ignorado y tomado por locos a dos desconocidos que me hablan de Dios ¡Porque era una locura! Pero una locura en la que Dios estaba metido hasta el fondo, me era imposible pensar que alguien pudiera no ver a Dios en todo eso, sin Él nadie hubiera entrado en la iglesia ¡Ni siquiera nosotros!
Cuando acabó todo solo podía sonreír y pensar en lo increíble que es Dios y de que formas tan originales me sigue sorprendiendo, pude sentir su amor muy fuerte y me volvió a impresionar al dejarme claro que acercando a Él a los demás, aunque crea que estoy ayudando a otros, la que más aprende y descubre soy yo. Todo lo que vivimos y las personas que conocimos fueron un regalazo suyo y un recordatorio importante de que Él siempre puede y te va a sorprender, porque Él no tiene límites y hacerlo no va a ser uno ¡Así que recuerda fiarte siempre de Él!
Cris Cuadrado