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¡Gracias! Esto es lo que me viene a la mente de forma constante.
Las primeras ¡gracias! me nacieron del corazón al pie del Calvario. Gracias a Jesús por su sacrificio, su angustia, su tortura inhumana y su dolorosa muerte. Gracias porque con ello nos dio redención, fuerza y esperanza.
¡Gracias! Esto es lo que me viene a la mente de forma constante.
Desgraciadamente la vida me fue quitando frescura, inocencia, capacidad de sorpresa y alegría de vivir, a la vez que me volvía más precavida, incrédula, cínica y triste.
Este viaje, sin embargo, ha conseguido renovarme, devolverme la ilusión, la capacidad de sorprenderme y gran parte de la energía y del amor a la vida que había perdido.
Las primeras ¡gracias! me nacieron del corazón al pie del Calvario. Gracias a Jesús por su sacrificio, su angustia, su tortura inhumana y su dolorosa muerte. Gracias porque con ello nos dio redención, fuerza y esperanza. 
¡GRACIAS! A estas primeras gracias, tuve que ir uniendo muchas otras más: gracias por haber podido ir y por hacerlo acompañada de mi hijo, gracias porque, poco a poco, pude ir saliendo del ensimismamiento en el que estaba atrapada…… y GRACIAS POR TODOS VOSOTROS, por todos y cada uno. Me habéis acogido, sorprendido, enseñado, acompañado y me habéis hecho reír cómo había mucho tiempo que no hacía.
Qué buenos, qué animados, qué alegres, qué atentos, QUÉ GRANDES.
En el lago de Galilea sentí que vosotros erais el claro reflejo del amor de Dios.
Este viaje me ha resucitado,así que sólo puedo volver al principio ¡¡¡¡GRACIAS!!!!!
Bea Otero
