Ahora ya en casa y tranquilamente, quería agradecer de corazón estos días.
Es la primera experiencia en este sentido en la que participo. Laura, la chica de Rumanía, me habló de que haría el camino, y yo simplemente vi la ruta, la cual me encanta. Nunca había hecho el camino, y sin pensarlo demasiado y muy emocionada, me apunté. No conocía para nada la delegación ni sabía cómo sería la experiencia.
Personalmente, mi relación con Dios existió en el pasado, pero por unas cosas o por otras, se fue apagando, y no sabía que este camino estaría tan centrado en Él, desde mi ignorancia pensé que simplemente habría una misa al llegar a Santiago, lo cual fue un poco chocante para mí al principio y me encontraba un poco fuera de lugar.
Pero tengo que decir que fueron unos días maravillosos para mí, de verdad que nunca había visto tanto amor junto, tanta humanidad, honestidad, luz y paz. Gracias por esas personas que con solo un abrazo consiguieron transmitirme todo esto que acabo de decir y que me hicieron sentir tan acogida con sus gestos y atención. Gracias por haberme enseñado tantas cosas y haber podido tener conversaciones que no con cualquiera puedes tener y por todos los que hicieron que esto fuese posible.
Estoy muy agradecida de haberos conocido y os deseo que siempre encontréis la fuerza para superar todas las dificultades que vayan apareciendo.
¡Nos vemos en la PEJ! ¡Gracias!
Sara