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El pasado miércoles tuvimos el regalo de celebrar el último día de la Tienda del Encuentro en Santiago todos juntos. Fue un momento precioso donde compartimos la eucaristía y después escuchamos es testimonio de tres jóvenes.
Primero intervino Loreto, quien nos deja este año para volver a casa y estudiar sus oposiciones a pedagogía penitenciaria. Ella nos compartió lo que han sido estos años y como por su fe en Jesús han estado llenos de voluntariados (con personas sin techo, con niños, dando clases…). Esta generosidad le ha devuelto muchísimo y han sido cuatro años de crecimiento llenos de experiencias preciosas.
A continuación llegó el turno de Antonio, joven que aterrizó este año en la capilla y que compartió como la adoración de los miércoles ha sido un pilar en un año con muchos cambios y luchas que le han conllevado sufrimiento pero también ha descubierto a un Dios más real y verdadero.
Y por último María, joven también nueva de la capilla que nos contó su historia de búsqueda y entrega a Dios. En su testimonio hemos descubierto a un Padre incansable que se deja encontrar aunque en ocasiones nos sintamos abandonados o una gran oscuridad. Hemos visto como Dios ha ido tras María y como poco a poco le va revelando su voluntad para su vida.
Desde luego que ha sido un regalo escucharlos y poder después compartir un precioso momento de cena en familia.
