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Siete de la tarde, por fin llegamos a Cancelas y los cates nos sentamos a tomar un café después de un día intenso, mientras las chicas/os entraban a la carrera en su último taller del día (ocio), Dolores, Mary, y yo nos sentamos y mary nos dice “estoy agotada “, yo también lo estaba, mientras veo a Dolores como si el día no pasara por ella.
La jornada empezó puntual en la estación de Riveira, mis compañeras sabiendo que tengo un problema con la puntualidad debido a un gen autoinmune que me hace llegar tarde a casi todos los sitios, programan las salidas media hora antes para salir en punto y así fue como arrancamos hacia Santiago dirección Cotolengo, donde nos encontramos con las otras parroquias de la zona.
Cotolengo es un centro que esta curiosamente detrás del Corte Inglés , es una paradoja que conociendo todos el centro de ocio y compra la mayoría no conocíamos Cotolengo más que de oídas, al llegar nos recibió una hermana de la congregación que llevan el centro, con timidez y humildad nos explicó como realizaban una labor social con las personas mas desfavorecidas y abandonadas de la sociedad (personas con una discapacidad psíquica y física que no tienen a nadie que las atienda) les contaba a los cerca de 60 jóvenes que allí estábamos, que realizan la labor siendo una familia y que vivían de las donaciones de gente lo mejor que podían, después nos pasaron a una sala que compartimos con los usuarios del centro donde nos proyectaron un video sobre las labores que se van realizando durante el año y al final compartimos charla, risas y cariño con ellos.
Fue una experiencia para todos, de visualización de algo que en nuestra sociedad tendemos a esconder, y nos dieron una lección de que como arropados en una gran familia se puede transmitir tanta alegría.
Aprovechamos la capilla tan acogedora que tienen para hacer un rato de reflexión y oración, donde don Manuel Antonio con el apoyo de Clara y Santi (de pastoral juvenil Santiago) nos llevó primero a eso que tan bien maneja él “vamos a quedarnos de todo lo vivido con estas dos cosas” y después nos guio hacia un encuentro con uno mismo desde la oración sincera.
De ahí salimos cargados de ilusión hacia el seminario a comer, un rato donde compartimos bocatas, tapers y sonrisas, al terminar fuimos a la plaza de la Quintana, nos faltó tiempo para decirles que tenían una hora para relajarse por la zona y los cates aprovechamos para tomar nuestro primer café en la plaza un día precioso de primavera en pleno invierno.
Reanudamos la jornada repartiendo a los jóvenes en dos talleres, uno sobre las vocaciones en la iglesia donde la hermana Almudena nos conto como fue su paso para tomar los votos del convento y como era su vida diaria y lo feliz que era en su servicio al SEÑOR, el otro taller lo impartieron una joven pareja que les explicaron su vocación cristiana durante el noviazgo y matrimonio, contaron como se conocieron y decidieron vivir su noviazgo en castidad , ahí yo no pude reprimirme y hacer una pregunta “¿cuantos años estuvisteis de novios?” la respuesta fue muy graciosa porque el chico dijo 3 y ella 2 años y se hicieron dudar, a lo que les dije que era normal que el 2 años le parecieran 3, fuera bromas la charla fue muy bien llevada por ellos ya que hicieron que los chicos les preguntaran en libertad y les transmitieron dos conceptos muy claros, lo que os dicta sociedad es primero sexo y después conocerse y eso no es así y que debemos aprender a respetar nuestros cuerpos en una época en que todo es un exhibicionismo en la red (Facebook, Instagram, Twitter ) y la realidad de la vida en pareja es mas compleja y bonita que las que nos quieren marcar, al final nos presentaron a sus bebes gemelos y me quedo con una cosa que dijeron dos chicas al final “hay cosas que no comparto pero me gusto mucho que me hicieran ver que hay realidades que se pueden hacer de otra manera y que a la larga cual es la verdadera esencia de la relación en pareja”.
Y aquí estamos recogiendo a los jóvenes a la salida de Cancelas y regresando hacia nuestras parroquias, al final del día don Alfonso nos dijo algo que supongo que todos los sacerdotes expresaron a nuestras compañeras también “gracias de corazón por vuestra labor, sin vosotras no seria posible este trabajo con los jóvenes, y en realidad sois las verdaderas sembradoras del grano de mostaza” (que ese día compartió don Alfonso con las chicas/os traído de tierra santa).
Días mas tarde esperando para entrar en confirmación unos chicos que no fueron a la jornada le preguntaron a los que asistieron que tal el día y la contestación fue “genial lo pasamos muy bien “, me quedo con eso a partir de ahí el grano de mostaza tendrá que ir creciendo en cada uno de ellos.
Javier Millán