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Esta mañana hemos celebrado la Primera Comunión de un niño, llamado Jesús. A mediodía fuimos todos invitados a la fiesta. El día fue perfecto. Pero a la tarde, no sé muy bien cómo fue, nos vinimos de vuelta para casa. Sus padres daban por hecho que los catequistas habían hecho su trabajo; y los catequistas dábamos por supuesto que los padres traerían al niño de vuelta ‘a casa’.
No te preocupes, este niño ya fue encontrado, sus padres, María y José, volvieron al final del día al lugar de la fiesta, y allí estaba entretenido Jesús hablando con unos ancianos, o quizás jugando con sus amigos.
No te preocupes, este niño ya fue encontrado, sus padres, María y José, volvieron al final del día al lugar de la fiesta, y allí estaba entretenido Jesús hablando con unos ancianos, o quizás jugando con sus amigos.
Pero esta semana en tu parroquia has echado de menos a más de un niño, cuyos padres se olvidaron de traerlo ‘a casa’ de vuelta, creyendo que la Primera Comunión era el final de su camino de fe. Y será tarea de los catequistas ir a buscarlo. Hay muchos padres que no se dan cuenta de que tras la fiesta la vida sigue; y es tarea de los catequistas volver a buscarlo. Si no lo haces, o le llamas, o le escribes…. ese niño, esos niños quedarán perdidos y dormidos en su fiesta.
Esta semana que empieza es, pues, la de mayor gasto telefónico en la parroquia. ¡Animo! que toda tarea en este Reino, se ve recompensada a ciento por uno!!!!.
FrayDino