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(zenit – 30 marzo 2020)
Con motivo de la pandemia global de la COVID-19, se celebró el Primer Ciberencuentro Mundial de Jóvenes sobre el Coronavirus, que acogió a más de 120 estudiantes de 60 ciudades de todo el mundo, para enfrentarse todos juntos a esta situación.
El evento fue organizado por la Pontificia Scholas Ocurrentes y con la bendición del Papa Francisco, tal y como informan desde la propia red de escuelas.
Primer encuentro
En medio de esta inédita situación que atraviesan cientos de países en todo el mundo a causa de la pandemia de la COVID-19, y con la convicción de que la “cultura del encuentro” es más necesaria que nunca, jóvenes de 60 ciudades como Miami, Maputo, Santo Domingo, Roma, Madrid, Port-au-Prince, Lisboa, Asunción del Paraguay, Barranquilla, Buenos Aires, Tokio, Ciudad de México, Barcelona, Setagaya-ku, Oporto, La Plata, Nápoles, Tampa, Vigo, Panamá, Bucarest, Cascais, Monterrey, Medellín, entre muchas otras, se dieron cita.
Los jóvenes pudieron conocer de viva voz la realidad que viven sus iguales en otros lugares del mundo y compartir sus sensaciones, no exentas de miedo y confusión, pero contundentes en su llamado a la empatía y a la solidaridad.
Testimonios compartidos
“Tenemos que estar en nuestras casas para prevenir y cuidarnos. Por más que el virus no llegó del todo acá, nos tenemos que proteger. Parece que no hubiera conciencia de lo que está pasando, porque hay gente que quiere salir a la calle, pero es porque desconocen la gravedad del virus”, dijo Celestino, de Mozambique.
Como este, varios de los testimonios compartidos durante el encuentro hicieron un llamado a la responsabilidad, sin desconocer las circunstancias de otros contextos y realidades.
Dominique, de Haití, afirmó: “Estamos preocupados aquí, porque si los países que están preparados para soportar mejor este tipo de crisis están sufriendo, imagínense nosotros en Haití, aquí no estamos listos, (por eso) si tienes la oportunidad de ayudar a alguien, hazlo. Este es el momento de ser solidarios”.
Empatía y solidaridad
Al mismo tiempo, demostraciones de empatía y solidaridad no tardaron en aparecer: “Ha llegado el momento de reivindicar la cultura del encuentro que defiende Scholas”, aseguraba Sergio, de España.
“Yo siempre veo algo positivo en todo, y es que estamos comunicándonos; no hemos perdido la red de comunicación, y eso es lo más importante; a pesar de que estamos en un momento de crisis, seguimos en pie; no como amigos o conocidos, sino como la gran familia que somos Scholas”, fueron las palabras de Brayan, de Panamá. “Podemos seguir trabajando por el bien común”.
“Scholas es un soplo de aire en todo esto, es pedazos de corazón repartidos por todo el mundo, es especial. Gracias por seguir haciéndome vivir emociones que nunca puedo transmitir en palabras”, expresó Sonia, de Palermo, Italia.
Esperanza y encuentro
Este primer encuentro virtual mundial tuvo como actividad de clausura la puesta en común de palabras e ideas alrededor de las cuales seguir generando un diálogo y conversación permanentes; se pudieron escuchar muchas palabras como fraternidad, sacrificio, coraje, solidaridad, familia, fragilidad, empatía, incertidumbre, desconcierto, comunicación… pero si hubo dos que se repitieron, y se respiraron, incesantemente, esas fueron las de “esperanza” y “encuentro”.
En el momento de cierre, donde ninguno de los jóvenes quería desconectarse, José María del Corral, cofundador de la red mundial Scholas junto a Enrique Palmeyro y Jorge Bergoglio, les dijo a los chicos: “Hoy ustedes crearon la mejor vacuna y le pusieron el nombre: ‘esperanza’”.
Scholas Ocurrentes
Scholas Occurrentes es una organización Internacional de Derecho Pontificio presente en 190 países y que a través de su red integra a más de 446.000 escuelas y redes educativas.
Su misión es lograr la integración de todos los alumnos del mundo a través de propuestas tecnológicas, deportivas y artísticas que promueven la educación desde la cultura del encuentro.