Me llamo Sara, tengo 15 años y soy de Santiago, y este año he tenido la oportunidad de ir al campamento de LifeTeen en Madrid.
Este campa fue una de las mejores experiencias de mi vida. Fueron unos días donde Jesús se hizo todavía mas presente en mí y donde he podido sentir más de cerca su “Presencia Real”, como decía el lema de este año.
Tanto los misioneros, como el staff eran de esas personas que, como digo yo, “desprenden Espíritu Santo”. Estaban siempre pendientes de ti y lo que yo valoro más: que siempre tenían un rato para hablar si lo necesitabas.
Fue un campamento muy especial para mí, donde viví muchas cosas que en ningún otro sitio se podían dar. Hicimos un montón de juegos súper divertidos como tiro con arco, láser tag, piscina, pachangas a pleno sol… Construimos barcos que nunca llegaron a flotar, hicimos talleres de oración y tuvimos proclaims muy didácticos y sesiones muy interesantes relacionadas con la presencia de Jesús en nosotros.
Celebramos Eucaristías todos los días, en las que se podía participar leyendo, cantando, llevando ofrendas, siendo monaguillos, etc.
En el campamento había un grupo de música impresionante que hacía más emocionantes los ratos con el Señor, como fue la Adoración del último día, y lo pongo con mayúsculas porque fue UNA LOCURA. Una adoración en la que era imposible no salir llorando de lo bonita que fue.
También tuvimos la oportunidad de escuchar testimonios de gente que llegaban al corazón, y que hacían que te sintieses muy agradecida por todo lo que tenemos y que Dios nos da.
Y por ultimo, los Messy Games, la actividad más divertida y asquerosa al mismo tiempo. Donde ganaba el que más sucio estuviera. Terminando con una guerra de polvos de colores que luego en la ducha eran imposibles de quitar.
Estoy muy agradecida a todos los que hicieron posible este campamento, a los monitores que vinieron con nosotros, a los coordinadores de LifeTeen Spain, a los fotógrafos que hicieron que el campa no se quedase solo en un recuerdo, y, al más importante, Jesús, porque fue Él quien me llamó a ir a vivir una de las mejores semanas de mi vida.
