Muxía 6D: peregrino de la fe, la caridad y la esperanza

por Depasxuventude


Bienvenidos a esta casa de nuestra Madre, a este lugar de peregrinación, a este lugar al lado del mar atlántico, donde María aparece como refugio seguro para los que caminamos en medio de la noche, en medio de tormentas, pero sabiendo que en ella siempre encontramos una luz, encontramos una estrella, encontramos el mar.


“Y Maria se puso en camino” es el lema, es la frase, bajo la que organizamos, organizáis este encuentro juvenil. “Y Maria se puso en camino”, y quien se pone en camino es un peregrino. Así que María se convirtió en peregrino, María fue una peregrina. Y nosotros que hemos llegado aquí también peregrinando, nos sentimos acompañados por ella. Peregrina que recorre tres tramos de un camino que lleva a Dios.


En primer lugar, hay un tramo que se llama fe. El concilio llama a María peregrina de la fe. María fue peregrina de la fe. Fe no es solo creer en unas verdades: por ejemplo, que Dios creo el mundo, que Dios se encarnó, que si también. Pero es más que eso es también confianza. Fe es confianza. Desde niña, María, había aprendido de sus santos padres (San Joaquin y Santa Ana), a confiar en Dios. Ahora lo demuestra, lo ha demostrado como hemos escuchado en el momento del anuncio del ángel. En el momento en que Dios envía un ángel, un mensajero, un mediador para proponerle una vocación, para proponerle una tarea. Ser la madre de Jesús la madre de Dios, ella se fía, se fía y le dice si, un sí sin condiciones. El camino de María, este camino de la fe no era solo un camino llano o cuesta abajo, era un camino donde tenía que escalar cumbres, donde tenía que subir.


No fue un camino fácil el de María, su fe fue puesta a prueba. No sé si alguno de vosotros se le ocurre algún momento en que María a lo largo de su vida, como sabemos a través de los evangelios, tuvo que dudar tuvo que ver su fe puesta a prueba. Si ha alguno se le ocurre algún momento, que levante la mano y nos lo dice. Aquí hay gente preparada, se nota que os suena. ¿Cuál crees que María, a parte de este el de la anunciación, sintió más dura la noche de la fe? Porque María También tuvo noche de fe, tuvo momentos en que fue puesta a prueba esa fe. Hay gente que sabe pero no quiere decir. Bueno pues os lo digo yo; por ejemplo, tuvo que ser una noche de la fe tan fría cuando, bueno ya empezando desde el principio, va a dar a luz a su hijo, hijo de Dios y resulta que no le quieren recibir en Belén. O sea que desde el principio diría: “pero bueno, ¿este va a ser el hijo de Dios?”. O sea, que vino a ser Dios y resulta que no nace en un lugar decente, ya no digo en un palacio, sino que tiene que nacer en un establo.


O después cuando fue creciendo y era un niño aparentemente normal. Porque eso de que hiciera pájaros con barro y que luego soplara y se convirtieran en pájaros, eso lo dicen los evangelios apócrifos. Esas cositas no las hace Jesús. Era un niño aparentemente normal y maria también podría pensar, pero este es hijo de Dios. Y claro que decir cuando luego le llaman loco y cuando le buscan y quieren matarle y le matan. ¿A Dios, Matarlo? ¿y Dios no se defiende? Maria tuvo noche de la fe, tuvo que vivir una fe, siendo tentada y sin embargo María fue fiel. María estuvo siempre confiada en Dios.

Nosotros somos también peregrinos y cabe que nos preguntemos en este ambiente tan hermoso y de silencio al lado de nuestra madre, si también nosotros alimentos esa fe en la oración. Porque ella no lo olvidemos, alimentaba la fe en la escucha de la palabra. Por eso cuando la llama Dios, ella sabe discernir la voz, sabe distinguir que es Dios quien le pide esa misión. Ella sin duda nos ayudara a discernir también a nosotros, cuando parece que se hace de noche, cuando parece que dudamos, por que algún compañero o compañera de clase nos dirá que eso de creer es una tontería, os dirá que es cosa de niños y claro vosotros vais dejando de ser niños y queréis ser ya unos mocetones, mocetonas. Y cuando os digan eso veréis tentada vuestra fe y pensareis que igual tienen razón. Pero quiero también, destacar la importancia de que busquéis en la palabra del Señor y en vuestra oración cual es el plan de Dios, que es lo que Él tiene para vosotros/as en la vida. Que vocación. Y os lo digo en un momento en el que se necesitan vocaciones. En la zona tenemos dos curas enfermos a muerto uno cerca de aquí, hace unos días. Yo cuando veníamos avanzado decía parece que la noche nos persigue, pero tenemos a María que avanza con nosotros, tenemos a María esperándonos ella es estrella ella nos ayudara. Y veía ahí como una especia de representación de la iglesia que va a seguir adelante. Porque hay gente, y vosotros sois esa gente, que está dispuesta a recoger el listón y a seguir adelante, a seguir como hizo María en su día, a pesar de la noche de la fe que tuvo que pasar. A pesar de que dudaría, ¿pero es verdad que Dios me llama a esto? Pero ella confió en Dios, confiad en Dios. Tiene un don para vosotros, quizá sea el matrimonio, que también es una forma de vivir el amor de la fe en Cristo o la vida consagrada. Aquí hay muchas personas consagradas que son una bendición para la iglesia. O tal vez te llame a algo más, como pastor. Porque nuestras comunidades necesitan ese pastor que las guie, que les predique la palabra, que las lleve adelante pastoreando en el amor, que celebre para ellos la eucaristía y los sacramentos. La fe, María peregrina de la fe ayúdanos.


Voy a ser más breve. Los otros dos tramos, están muy unidos, pero son diferentes.
El tramo de la caridad. Primer gesto corresponde a maria, la anunciación, el segundo es maria que va a visitar a su prima isabel. Se ha enterado de que va a dar a luz y que necesita ayuda, ella se pone en camino y recorre largos quilómetros, embarazada de varios meses. Se olvida de su necesidad y piensa en la necesidad de su prima y va allá. Nuestro mundo tiene muchas cosas que no nos gustan, seguro que no nos gustan ¿verdad? Ayer mismo, una chica del voluntariado decía, y me llamaba la atención, que en España hay 4 millones de voluntarios; que fuerte. Es fuerte, 4 millones de personas que se preocupan de ayudar a los necesitados, de acompañar a personas solas, de ir al hospital, de repartir alimentos, de recibir a personas necesitadas, en fin….


El Papa nos acaba de recordar en una carta que ha escrito después del cierre del año de la misericordia titulada “misericordiae misera”, nos acaba de recordar que esos pequeños gestos, que son las obras de misericordia, serán revolucionarios: es decir pueden cambiar nuestra cultura tan egoísta. Muchas veces esos pequeños gestos, que los podéis hacer vosotros también, desde el más joven al mayor. María es también para nosotros peregrina de la caridad. Y en ella encontraremos siempre ese impulso. Lógicamente con la eucaristía, fuente del amor ese impulso para seguir el camino.


Y tercer tramo y último. En el magníficat María alababa a Dios. Dice cosas que no parecen de este mundo “El derriba del trono a los poderosos, enaltece a los humildes” decía que se colmara de bienes a los que pasan hambre, llegara el amor y la paz a todos. Era un canto de esperanza así que ese camino se llama esperanza. María es peregrina de la esperanza ningún peregrino se pone en camino sin saber que hay una meta. Si no se vislumbra la meta ningún peregrino: a Muxía, a Santiago… nadie, nadie, se pone en camino si no espera una meta. La meta que pone en ti la esperanza tiene nombre propio: es Dios, es nuestro Dios. Pero no se llega a esa meta en sofá, hace nada el Papa en la Jornada Mundial de la Juventud nos lo recordaba, hablaba a los jóvenes “no podemos llegar a la meta en sofá, no podemos llegar a la meta mirando desde el balcón a ver cómo pasa la vida, a ver cómo están los demás, a ver como se comprometen los otros, pero yo, quietecito en mi sofá”. Hay que caminar, queridos jóvenes queridos todos, hay que caminar.


Termino ya, ¿qué compromiso haces para hacer realidad esos sueños de Dios y María, en un mundo donde no hay agua, donde no haya guerra donde no hay justicia? ¿qué compromiso haces? ¿qué vas a hacer para ser como ella, como María, peregrino de la fe, peregrino de la caridad y peregrino de la esperanza? Te invito a pensarlo con ella y con Jesús en unos momentos de silencio.


Homilía de Don Jesús (obispo auxiliar de Santiago de Compostela) en la Vigilia de la Inmaculada, 6 de Diciembre.




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