Recientemente se popularizó la figura de Carlo Acutis, pues nos da mucha esperanza que ser santo no sea cosa del pasado y que los jóvenes de hoy en día también tengamos la oportunidad de dejarnos llevar al cielo.
¡Sin embargo, este chico italiano no es el único! Existen más jóvenes nacidos entre los años 1980 y 2000 que han sido declarados Siervos de Dios y que también nos pueden ayudar a acercarnos más a Jesús.
1. Anne-Gabrielle Caron: una niña scout, que con 7 años y un cáncer pidió a Dios que le diera a ella el sufrimiento de los otros niños del hospital.
2. Matteo Farina: quería convertirse en ingeniero especializado en medio ambiente, pero murió con 13 años, teniendo su grupo de música, su novia y a Jesús en su vida.
3. Pierangelo Capuzzimati: era muy inteligente y aunque no podía ir a la escuela por su enfermedad, dejó impresionados a sus profesores por la calidad y la cantidad de su trabajo hasta su muerte.
4. Darwin Ramos: se crió en una extrema pobreza y con una enfermedad que le impedía caminar. Nunca se quejaba y sorprendía su alegría constante.Sus últimas palabras fueron: “Muchísimas gracias. Soy muy feliz”.
5. Chiara Corbella Petrillo: una joven esposa y madre italiana. Etando embarazada le diagnosticaron le diagnosticaron un cáncer. Ella se negó a ser tratada, para proteger la vida de su hijo.
6. Bassman Yousef y Gassan Issam Bidawid: eran subdiáconos en la Iglesia católica caldea de Mosul, en Irak. Un día después de misa fueron asesinados por un grupo yihadista.
7. Giulia Gabrieli: una joven italiana alegre y efusiva a la que le gustaba ir de compras, viajar y escuchar música pop. Al principio se reveló contra su enfermedad, pero un día comprendió que Dios estaba con ella.
8. Floribert Bwana Chui Bin Kositi: un joven aduanero congoleño que fue asesinado por negarse a aceptar unos sobornos. “¿Vivo yo en Cristo o no? ¿Vivo yo por Cristo o no? Por eso no puedo aceptar este dinero. ¡Preferiría morir antes que aceptar este dinero!”.
9. Jean-Thierry Ebogo: un seminarista carmelita descalzo camerunés con cáncer que solo quería curarse para poder hacerse sacerdote. Murió un mes después de pronunciar sus votos.