El último día que acudimos al Colegio Salesiano vivimos un esquema diferente a los demás días, algo que no se había hecho en ninguna JMJ. Por supuesto, no faltó la bienvenida con bailes y música, organizada por el grupo musical…. de Guatemala, y la oración de la mañana. Sin embargo, esta vez, disfrutamos de una celebración penitencial, en lugar de la habitual catequesis. Pudimos celebrar juntos la alegría de sentirte libre de cualquier culpa, de sentir que Jesús te ama por lo que eres y no por lo que haces.
Y así, con la sonrisa tan grande que se tiene cuando tienes paz, y después de un breve descanso, nos dispusimos a recibir a Jesús en la Eucaristía.
Por la tarde, acudimos de nuevo a la Cinta Costera, al Campo Santa María la Antigua, para rezar, junto al Papa Francisco, la oración del Vía Crucis, acompañando a Jesús en su camino a la cruz.