st1:*{behavior:url(#ieooui) }“Envíame, Señor, tu luz y tu verdad: que ellas me guíen y me conduzcan hasta tu monte santo, hasta tu morada”. El nuevo curso académico abre un nuevo horizonte, ofrece un campo que será preciso trabajar día a día para hacer posible la siembra de la sabiduría de Dios y es una oportunidad más para descubrir algo de la verdad del mundo, de nuestra propia verdad y de la verdad de Dios. Todo se renueva. Y en este dinamismo, sin desmayos ni pesimismos, nos proponemos salir al encuentro de la Verdad que se nos ha dado y revelado en Cristo, abriendo camino para el futuro de la sociedad y de la Iglesia.
La búsqueda de la verdad es siempre ardua pero siembra ya en la entraña humana el sabor de los frutos del futuro. Abrirse cada día a lo desconocido del don de Dios y tratar de responder a las preguntas, deseosas de la verdad, que llevamos dentro, es la experiencia de la peregrinación de nuestra vida. Toda una lección para la labor que realizáis y que es propia de la Universidad, cátedra para la búsqueda de la verdad. Se está hablando en nuestros días del choque de civilizaciones cuyos efectos son la tensión en la convivencia social y el distanciamiento de las culturas llamadas a complementarse. Solamente el diálogo cultural, el respeto y la vivencia gozosa de nuestra identidad cultural y espiritual pueden ser el puente para sortear esas simas que se están abriendo en nuestro mundo. La credibilidad del testimonio de fe y la capacidad del diálogo son nuestros mejores argumentos. La comunidad universitaria no debe tener miedo de abrir el conocimiento y la cultura a la fe.
checkFull(“post-6070794111345949648”);