Nuestro último día en Madrid y nuestro primer día en el año 2019, lo comenzamos juntos, en comunidad, celebrando la Vida y dando gracias por todo lo vivido. Asistimos a una misa de año nuevo larga y preciosa, llena de testimonios y agradecimiento, por parte nuestra, por parte de la parroquia y por parte de las familias.
Además, compartimos la comida cada uno con nuestra familia de acogida, sintiéndonos como en nuestra casa, probando exquisiteces y viviendo momentos que nunca olvidaremos.
Y volvemos a casa dispuestos a anunciar lo que hemos visto y oído en estos días: que Dios no está lejos, está vivo y presente en el corazón de las personas que nos abrieron su casa, en las parroquias que nos acogieron, en la ciudad de Madrid y en la Comunidad de Taizé, que nos dieron la oportunidad de vivir un fin de año diferente. ¡Gracias!
Gracias también a todos los que rezasteis por nosotros y nos acompañasteis leyéndonos cada día en nuestra web: “Os escribimos esto para que nuestro gozo sea completo” (1Jn 1, 4).
