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El Papa se dirige directamente a nosotros en esta exhortación postsinodal. Leelo detenidamente porque sabemos que vas a sentir arder tu corazón con estas palabras. Puedes encontrar el documento aquí para descargar.
1. Vive Cristo, esperanza nuestra, y Él es la
más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que
Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de
vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él
vive y te quiere vivo!
más hermosa juventud de este mundo. Todo lo que
Él toca se vuelve joven, se hace nuevo, se llena de
vida. Entonces, las primeras palabras que quiero dirigir a cada uno de los jóvenes cristianos son: ¡Él
vive y te quiere vivo!
2. Él está en ti, Él está contigo y nunca se va.
Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar. Cuando
te sientas avejentado por la tristeza, los rencores,
los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí
para devolverte la fuerza y la esperanza.
Por más que te alejes, allí está el Resucitado, llamándote y esperándote para volver a empezar. Cuando
te sientas avejentado por la tristeza, los rencores,
los miedos, las dudas o los fracasos, Él estará allí
para devolverte la fuerza y la esperanza.
3. A todos los jóvenes cristianos les escribo
con cariño esta Exhortación apostólica, es decir,
una carta que recuerda algunas convicciones de
nuestra fe y que al mismo tiempo alienta a crecer
en la santidad y en el compromiso con la propia
vocación. Pero puesto que es un hito dentro de un
camino sinodal, me dirijo al mismo tiempo a todo
el Pueblo de Dios, a sus pastores y a sus fieles, porque la reflexión sobre los jóvenes y para los jóvenes nos convoca y nos estimula a todos. Por consiguiente, en algunos párrafos hablaré directamente a los jóvenes y en otros ofreceré planteamientos más
generales para el discernimiento eclesial.
con cariño esta Exhortación apostólica, es decir,
una carta que recuerda algunas convicciones de
nuestra fe y que al mismo tiempo alienta a crecer
en la santidad y en el compromiso con la propia
vocación. Pero puesto que es un hito dentro de un
camino sinodal, me dirijo al mismo tiempo a todo
el Pueblo de Dios, a sus pastores y a sus fieles, porque la reflexión sobre los jóvenes y para los jóvenes nos convoca y nos estimula a todos. Por consiguiente, en algunos párrafos hablaré directamente a los jóvenes y en otros ofreceré planteamientos más
generales para el discernimiento eclesial.
4. Me he dejado inspirar por la riqueza de las
reflexiones y diálogos del Sínodo del año pasado.
No podré recoger aquí todos los aportes que ustedes podrán leer en el Documento final, pero he
tratado de asumir en la redacción de esta carta las
propuestas que me parecieron más significativas.
De ese modo, mi palabra estará cargada de miles de
voces de creyentes de todo el mundo que hicieron
llegar sus opiniones al Sínodo. Aun los jóvenes no
creyentes, que quisieron participar con sus reflexiones, han propuesto cuestiones que me plantearon
nuevas preguntas.
reflexiones y diálogos del Sínodo del año pasado.
No podré recoger aquí todos los aportes que ustedes podrán leer en el Documento final, pero he
tratado de asumir en la redacción de esta carta las
propuestas que me parecieron más significativas.
De ese modo, mi palabra estará cargada de miles de
voces de creyentes de todo el mundo que hicieron
llegar sus opiniones al Sínodo. Aun los jóvenes no
creyentes, que quisieron participar con sus reflexiones, han propuesto cuestiones que me plantearon
nuevas preguntas.