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20 de noviembre de 2013
“Nuestras madres, nuestras abuelas decían que es mejor ponerse rojo una vez que estar mil veces amarillo. Te pones rojo una vez, te perdonan los pecados y adelante. También el Papa se confiesa cada 15 días, porque el Papa también es un pecador. Y el confesor escucha lo que le digo, me aconseja y me perdona, porque todos tenemos necesidad de este perdón”.
El Papa explicó que la misión de perdonar los pecados es tan delicada, que es mejor que los sacerdotes que no sean misericordiosos y benévolos se abstengan de confesar.
“Los penitentes tienen… ¿el deber? No. ¡Tienen el derecho! Nosotros tenemos el derecho, todos los fieles, de encontrar en los sacerdotes a los servidores del perdón de Dios”.
Papa Francisco