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El Domingo de la Palabra fue instituido por el Papa Francisco en 2019 para que se celebrase en el III domingo del Tiempo Ordinario con el objetivo de “recordar a todos, pastores y fieles, la importancia y el valor de la Sagrada Escritura para la vida cristiana”.
Nuestro arzobispo ha escrito una carta para vivir bien este día, instándonos tener una familiaridad con la Sagrada Escritura, pues sino “el corazón queda frío y los ojos permanecen cerrados”. Además, cita a San Jerónimo, gran estudioso de la Palabra, argumentando la necesidad de conocer la Biblia, puesto que “desconocer la Escritura es desconocer a Jesucristo“.
Debemos gustarla no solo en la liturgia, en las lecturas de la Eucaristía, sino también en la lectura espiritual individual, en la oración; pues la Palabra de Dios es “el fundamento de toda espiritualidad cristiana auténtica y viva”. Es bueno, no solo escucharla, sino también meditarla, haciendo silencio, dejando hablar a Dios.
En la Biblia hay un mensaje esperando ser descubierto. En la Biblia todos podemos escuchar a Dios, Él “ha escondido en su Palabra variedad de tesoros para que cada uno pueda enriquecerse”.
Don Julián termina invitando a que nos preguntemos “¿qué lugar ocupa en nuestra vida la Palabra de Dios?“.
Quiero leer la carta completa.