Todos los peregrinos tienen su historia, de cómo han empezado el camino, como se han encontrado con gente o situaciones (a veces malas, otras muy alegres), de cómo han llegado a Santiago e incluso de cómo está su corazón.
Pero este verano, la gente; de peregrino o turista, que paseaba, por Santiago ha tenido la oportunidad de conocer la única historia que salva su vida.
Escuchando la historia viva de las piedras inertes de la catedral y asombrándose de que una cosa hecha hace muchos siglos siga estando a la orden del día.
Mucha emoción, oración y encuentros se dieron en estos días, dónde varios jóvenes venidos de muchos países distintos, tuvieron primero una formación acerca de la catedral su construcción y su simbología.
Esta parte también les ayudaba en sus horas de oración y reflexión de esta primera parte formativa.
Campus Internacional Pedras Vivas
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