Redondela-Pontevedra
El tiempo nos sigue acompañando, las vistas de la ría de Vigo: preciosas. Pero después de Pontesanpaio, la subida fue terrible y la llegada a Pontevedra eterna.
Eso si, podemos dar gracias a Dios por la experiencia vivida, y después de dejar la mochila en el alojamiento, en el acto penitencial podemos liberar nuestra mochila del corazón.