¿Por donde comenzamos la Catequesis de confirmación?

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Cada nuevo curso, en una parroquia, nos planteamos por dónde debemos comenzar a anunciar el evangelio, cómo ayudar a los padres que acuden a nuestra catequesis para transmitir la fe cristiana a sus hijos. Estamos en tiempos de búsqueda ante un cuestionamiento social que invade hasta el corazón de las familias.

Cada nuevo año es un nuevo reto en la parroquia, porque en esta misión no hay fórmulas, no hay caminos consolidados, no hay cursos perfectos; sólo tenemos claro el objetivo: CRISTO, lo demás está, como el mundo, en constante creación.

Pero sí que hay algunos planteamientos que ya son punto de partida, que pueden aclarar de qué hablamos cuando hablamos de ‘nueva Evangelización’:.

— La Cristiandad es una etapa histórica acabada, del pasado; ya no partimos de una herencia recibida, la fe no se presupone ni en los que llegan a la parroquia; ya no tiene sentido abrir las puertas de las iglesias esperando a que los ‘cristianos’ entren devotos y esperen en silencio a que aparezca el sacerdote para ‘escuchar’ la santa misa.

La Iglesia debe salir y llevar consigo a Cristo hasta donde están los ‘cristianos’ y los ‘no cristianos’. Ya no cabe esperar, urge salir y llevar el evangelio; Toda la ciudad es Iglesia, y nuestra iglesita parroquial no es sino la sacristía de la ciudad-iglesia, y el altar los soportales donde duermen los sintecho. La eucaristía es y será siempre el centro pero no es el punto de partida a la hora de anunciar a Cristo.

Ya no partimos de familias cristianas, los jóvenes que por distintas razones vienen pidiendo el sacramento de la confirmación, o pidiendo formar parte de un grupo cristiano sin querer inicialmente confirmarse, no conocen al Dios que dicen buscar. Y para abrirles caminos de encuentro con Dios ya no cabe empezar por la formación.

Nuestra catequesis de hoy no puede tener como primer objetivo la formación, en formales sesiones de escucha y debate, como hemos propuesto en tiempos anteriores, cuando los catecúmenos ya venían siendo cristianos. Hoy urge que un joven sienta la COMUNIDAD, descubra su MISION dentro de la sociedad, necesite su existencia para SER PERSONA; Cuando el joven viva la Iglesia como Comunidad, se sienta amado de Dios a través de la Comunidad, podrá experimentar la necesidad de formarse como cristiano, sin que a cambio de esta formación nos llame hipócritas y abandone (en línea con aquel chiste que recomendaba confirmar a los murciélagos para que abandonen la iglesia).

Por lo tanto nuestro planteamiento de itinerario de Catequesis tiene estos tres pasos y en este orden: AMAR, ORAR y FORMAR. La Comunidad (unidad y amor sincero) es lo primero.

¿Os imagináis una iglesia donde una persona mayor y cristiana hasta la médula, no riña a un niño/joven por hablar en la Iglesia, sino que se ponga a hablar con él? ¿Donde los mayores no riñan a los jóvenes por no ir a la Iglesia sino que les preparen la cena o les dejen la casa para sus encuentros?.

Y hasta las formas y palabras de contar el evangelio deben hoy actualizarse a los jóvenes que ya no saben de qué hablamos cuando hablamos de Reino o de historia de salvación. En este camino andamos dando pequeños pasos:.

Ejemplo de video realizado en el grupo 1 de Confirmación SFC para trabajar el tema de ‘A Qué Dios pedimos y seguimos?’.

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