El obispo auxiliar, monseñor Jesús Fernández, presentó las líneas maestras del plan para el trienio 2017-2020
Una oración inició los trabajos de la Asamblea Diocesana de clausura del curso pastoral. Bajo la presidencia del titular de la Archidiócesis, monseñor Julián Barrio, a quien acompañaba su obispo auxiliar, monseñor Jesús Fernández, los asistentes a este encuentro tuvieron oportunidad de conocer cuáles serán las claves de la actividad pastoral en el próximo trienio, así como la ocasión de compartir experiencias y aportar iniciativas para el plan pastoral de próximo curso. En la intervención de inicio, el arzobispo monseñor Barrio agradeció la asistencia a este acontecimiento, en la víspera de Pentecostés, y alabó el trabajo preparatorio del encuentro. Monseñor Barrio aludió al reciente Sínodo Diocesano y pidió a todos implicarse en su realización práctica, más allá de tentaciones de resignación o desánimo.
El arzobispo demandó de todos un compromiso de esperanza, basado en la “fidelidad de Dios”, y les indicó que acogieran las conclusiones del Sínodo “con entusiasmo, pues la vida pastoral de la Diócesis de Santiago de Compostela no se podrá entender “al margen del Sínodo”.
Por su parte, el obispo auxiliar informó sobre el plan pastoral a desarrollar entre 2017 y 2020, que irá dedicado al estudio y trabajo sobre “El ministerio de la Palabra”, “El ministerio de la santificación”, y “El ministerio de la caridad”. Monseñor Fernández aludió también a los objetivos para el curso que se iniciará en otoño: desarrollar y potenciar la iniciación cristiana; desarrollar y potenciar la formación en la fe; desarrollar actitudes y metodologías de acogida, escucha y conocimiento de Jesucristo, todos ellos dentro del marco del objetivo general de cuidar la formación continua para la vida cristiana. Tras esta primera parte, los asistentes se repartieron en cinco áreas de trabajo para valorar la marcha del curso que se clausuraba y aportar iniciativas para el año que viene.