Plan de Cuaresma
Día 10 – Viernes 26 de febrero – Gritar socorro
Hemos tenido que parar a descansar en el Bosque Viejo. ¡Es aterrador! Y mientras dormíamos, un sauce ¡se ha tragado a Merry y Pippin! ¡No sé qué hacer! ¡Estoy desesperado, perdido! Solo se me ocurre gritar. Pero no sé a quién ni por qué. Solo puedo gritar: “¡¡¡¡¡Socorro!!!!! ¡¡¡¡Ayuda!!!!”.
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Hay momentos en los que te sientes desesperado y no puedes hacer absolutamente nada, excepto gritar. Gritas al que puede más. Gritas a Dios para que te salve. Comprender que por tus propias fuerzas, recursos o sabiduría no eres capaz de salir de una situación que te supera, es humildad. Necesitamos gritar a Dios, da igual en la etapa del camino en que estemos. Si confías solo en tus fuerzas, nunca llegarás vivo al final del camino. No puedes continuar sin rezar.